martes, 8 de noviembre de 2016

TRAS EL RASTRO DE ALICIA | CAPÍTULO 6

Querido Anónimo:



Definitivamente la vida me odia. ¡A ver qué le he hecho yo! Que alguien me lo explique por favor. No me sale ni una derecha. Y pensareis : "Alicia, ¿qué has hecho ahora?". Y yo me reiré y os contestaré: "Pues nada derecho como siempre, no sé de qué os sorprendéis."

Han pasado ya unos días desde que el pavo resucitó. Marion habló con sus padres y les explicó mi situación, obviamente no les digo "¡Eh, tío! Resulta que la niña patosa esa no es de esta época y necesita quedarse aquí hasta que sepa como volver", en resumidas cuentas me han acogido en la familia. Love, love, love. Hasta aquí todo perfecto. Me tratan como una más. El problema vino días después.
Por ahora, me tienen ocupada con todas las normas que tienen los finolis estos.
Que si hay que sentarse recta y apoyar las manos DELICADAMENTE en el regazo -acabo de conocer esta palabra, en el proceso me llevé un collejón de Marion así sin más por to'a la cara-, que si que no hay que mirar a las personas a los ojos, que si los modales en la mesa, que si pitos que si flautas.....
Total, se piensan que tengo menos protocolo que Pocholo.
Otro caso aparte son los dioses griegos causantes de "el resurgir del pollo" con su belleza divina. Es aquí donde viene el momento patética del día/semana/mes/año infinito.
A Lucía se le ocurrió la maravillosa idea de pasar el día en la casa de campo de la familia -riquillos tenían que ser encima de to'o-, ya puestos para rematar los gemelos insistieron en montar a caballo y rodear la casona. Solo los gemelos y Lucía estuvieron de acuerdo con la propuesta, así que, la que ahora me recuerda a mi amado Alan, tiró de mí para que fuese con ella.

Cuatro caballos nos esperaban a las puertas del establo. ¿He mencionado en algún momento que yo no sé nada sobre el pedazo de bicho que tengo que domar?¿No? Ups. Me limité a observar lo que hacía Lu e imitar, lo demás tiene que ser como las pelis, mover los pies y tirar de las riendas. Pues no. Parece que nunca aprendo. La vida no es como en las películas. Recalco, no es como en las películas, no imitáis lo que veis. Consejo de Alicia for everyone. Si no lo seguís probablemente parecerá que os está dando un ataque o que simplemente sois estúpidos, como yo en este caso -no es que me esté haciendo autobulling es que pasar tanto tiempo con una persona que te machaque tanto al final deja huella. Sí querido Alan, esto es por tu culpa-.
Me planté en todo lo alto del caballo espatarrá, sujetando las riendas y esperé.

-Se pude saber qué estás haciendo

Miré a mi alrededor buscando el dueño de la voz topándome con Lucía.

-Pues montar a caballo, ¿qué sino?

-Alicia, cariño, si Marion te viera necesitarías más de un caballo para huir. Con todo lo que ha costado enseñarte modales y a la primera de cambio...... En fin.

-Lucía, no se montar. - expliqué tirando del bicho que no se estaba quieto- O monto así o no monto.

Una vez ganada la discusión - o eso creo, aunque empiezo a pensar que me dio la razón como a los tontos- y explicar lo sucedido a unos gemelos extrañados por mi comportamiento, emprendimos camino tras los árboles. Al principio íbamos lento para que me acostumbrara -con decirte que montaba peor que Mario Vaquerizo....-  pero conforme avanzábamos, la marcha fue subiendo de ritmo hasta el punto de quedarme yo sola en mitad de vete tu a saber dónde rodeada de árboles y esas cosas. Reflexionemos juntos. ¿Qué puede salir mal? Todo y cuando digo todo es todo.

Avancé temeraria topándome con un río, así que, vuelta pa'a atrás. De repente un ruido provoca que el animal se asuste y se sostenga sobre sus patas traseras, me tire y salga corriendo. El golpe que me dí fue más gordo que la hostia que se metió Fidel Castro, para que te hagas un idea, no me he matado de milagro. Tragándome el llanto me levanto e intento recordar por dónde vine para poder regresar.
El laberinto de árboles mareaba de tal forma que ni cuenta me dí de que oscureció. Cansada, me siento en un tronco y espero un milagro.

Dios que yo he sido buena niña. ¡Quiéreme! Lo que echo de menos al viejo Patricio...... El viejo coche de Alan que tenía mapas de todos los sitios en la guantera. Lo que me hace falta ahora mismo un mapa de esos. Y pensar que Patricio esté en un desguace. No se lo merecía, pero el pobre no daba más. Nos dejó tirados de camino a Barcelona y Alan decidió que era el final del coche. ¡Asesino! ¡Todavía le quedaban años por delante! ¡Era tan joven! Stop dramas, realmente Patricio era más viejo que Matusalén. El pobre se desmontaba solo.

¿Por dónde iba que me pierdo? ¡Ah, sí! Que me senté en un tronco.
Resulta que el mal de todos los males se hallaba en él. Avispas. Sí señor. Un ejército completito armado hasta los dientes bajo mi culo que al sentir el movimiento que provoqué al sentarme se preparó para la tercera guerra mundial. Si te digo que salí por patas esta expresión se le queda corta a lo que hice. Volé. Si,si. Como el pavo.
Esquivé árboles, salté piedras, me comí todas las ramas que había por el camino pero en ningún momento me paré. Tanto fue así que ni cuenta me dí que salí por un camino que daba a la casona.
Imagínate el percal que monté cuando llegué corriendo llena de mierda, ramas, hojas, sudando por la maratón y con las avispas por detrás. Animals love Alicia.
Lo primero que hicieron fue hablarme/regañarme pero en cuantito que vieron los bichos se esfumaron. Yo seguía corriendo como una loca hasta que me topé con una especie de acequia. Tonta de mí al no pensar en la poca profundidad y darme cuenta de ello cuando me tiré de plancha a ella.
Yo no sé qué paso con las avispas lo mismo pensaron que no merecía picar a una persona tan imbécil, el caso es que la guantá que me metí no fue chica y pa'a postre Marcos y Hugo estaban saliendo de la casona al escuchar tanto ruido, o sea, que lo vieron todo.
Si yo intentaba parecer cool e interesante creo que así no lo voy a conseguir. De todas formas los métodos que voy a seguir a partir de ya para conquistar son infalibles- son de Salvat-. O eso dice Alan. No me falles.
Que comience la operación conquista de buenorros a dos bandas.


GROSSES BISES